UNA NOTA ESPECIAL sobre la cadena interminable de femicidios DEL Dr. Raúl Pino-Ichazo Terrazas
continua el cortero
CONTINÚA
EL CORTEJO FÚNEBRE DE LOS FEMINICIDIOS Y DEBE IRRUMPIR CONTUNDENTE
LA PROTECCIÓN SIN PAUSA PARA LA MUJER
Despues
de un año fatídico para la preservación de la vida impregnado por
la impronta de una pandemia, cuyo decurso no amilanó menos hizo
razonar, aun con peligros de su propia vida a los misóginos que, a
luces de una deplorable estadística de lamentables e irreparables
feminicidios y agresiones al ser más importante de la creación,
continúan con el ejercicio de su mórbido instinto.
Es
denigrante para todos los hombres que, históricamente, fueron en
todas las épocas de la civilización los paladines de las
revoluciones contra la tiranía y la esclavitud y el establecimiento
de los derechos fundamentales, de los admirables inventos para el
mejoramiento de la vida de la humanidad, de la medicina, del
transporte en todos sus rubros y de otros aspectos que contribuyeron
a un progreso espectacular en el mundo.
¿Dónde
reside en el hombre ese activo instinto de agredir y asesinar a las
mujeres? consultando al psicólogo más importante de nuestra
civilización, Freud nos indica que ese estrato de hombres que no
pueden convivir pacíficamente con una mujer, se quedaron en el
“ello” que es la parte más primitiva de la personalidad, es
decir, es el sistema original con el niño nace equipado.
Consecuentemente,
con esta primera investigación el “ello” no distingue lo
correcto de los incorrecto, sintetizando, no tiene noción sobre
las posibilidades ni imposibilidades del mundo real, de su
convivencia, de la armonía conyugal, ni idea de la represiones. Los
asesinos de invalorables mujeres y niñas por su primitivo instinto
no desarrollado a otros estadios civilizados solo buscan la
gratificación y actúan bajo el principio del placer.
Y,
lleva razón el inventor del psicoanálisis cuando nos infiere que
el niño es “ello” en su totalidad; después de un tiempo, la
personalidad se hace compleja y conforme surgen el “yo” y el
“superyó”, se desarrollan y moldean las interacciones entre
la naturaleza interna de la persona y su educación externa.
El
“ello” es donde residen los instintos humanos, los humanos
nacemos con los instintos de vida, que Freud llama Eros y también
con los instintos de la muerte que sería el Tanatos. La realidad
fáctica es que los instintos de vida contrarrestan el deseo de
muerte, sin embargo, los psicópatas feminicidas no superan esta
energía destructiva y nunca llegaran a el “yo” y al “superyó”
y sus funciones de liberación, de moral y de control.
Cuando
los fiscales son experimentados, diligentes y humanos, cargados con
el peso agradable del conocimiento, tienen como misión primordial
averiguar, comprobar y realizar las necesarias presunciones in situ
para obtener de lo conocido lo desconocido que apunta la
aproximación a la verdad, sobre todo en los ilícitos
(feminicidios, violaciones, violencia física y psíquica), contra la
mujer. Averiguar a profundidad los situaría en el ámbito de la
solidaridad con los derechos del presunto imputado y, esa difícil
tarea, los libera del cargo de conciencia y el remordimiento de no
haber agotado las vías de comprobación de los indicios existentes y
menos haber procedido con discriminación de género (machistas
activos y no declarados, altamente peligrosos, pues disponen de
poder).
¡Protejamos
a la mujer, el ser más importante de la creación ¡
Dr.
Raúl Pino-Ichazo Terrazas., es abogado, postgrados en Arbitraje y
Conciliación (Especialidad) Filosofía y Ciencia Política
(CIDES-UMSA-Maestría) Interculturalidad y Educación Superior (UMSA)
Alta Gerencia para abogados (UCB-Harvard) Derecho Aeronáutico 6
seminarios. Instituto Iberoamericano de Derecho Aeronáutico, del
Espacio y de la Aviación Comercial, Madrid), doctor honoris causa
(IWA-Cambridge University USA).